641 partidos de liga con el primer equipo hacen de Kasper Schmeichel uno de los emblemas absolutos del Isla Cristina C.D. en mi partida. Sirvan para ilustrar esta afirmación las estadísticas de su carrera deportiva:
Decidió en su momento obtener el título de preparador, y sus números eran lo suficientemente buenos como para que siguiera formando parte del Isla, aunque esta vez integrado en el cuerpo técnico del club.
Aún siendo jugador, le ofrecí un contrato para que trabajara de preparador, a lo cual accedió el danés. La sorpresa vino cuando colgó definitivamente los guantes, pues no se sabe muy bien por qué el juego le asignó la etiqueta de fisioterapeuta, cuando él era claramente preparador.
Aún siendo jugador, le ofrecí un contrato para que trabajara de preparador, a lo cual accedió el danés. La sorpresa vino cuando colgó definitivamente los guantes, pues no se sabe muy bien por qué el juego le asignó la etiqueta de fisioterapeuta, cuando él era claramente preparador.
De hecho, como se puede apreciar en la siguiente captura, Kasper no figura entre los fisios del Isla, sino entre los preparadores:
Además, también se le puede seleccionar como preparador en la pantalla de entrenamiento, lo cual me viene genial, debido a que él está especializado -cómo no- en entrenar porteros.
Por cierto, si os fijáis en la última imagen, el caso de Kasper no es único en el Isla Cristina, puesto que algo parecido sucede con Álvaro, uno de los ojeadores del club, quien inexplicablemente también aparece como preparador del equipo. El dato curioso es que este Álvaro es ni más ni menos que Álvaro Benito, promesa frustrada del Real Madrid y hoy líder de Pignoise, uno de los grupos con más éxito del panorama musical nacional hoy en día -aunque no sea yo fan precisamente, hay que reconocer su popularidad-.
Se ve que es cierto eso de que cuando se cierra una puerta, se abre una ventana...
Se ve que es cierto eso de que cuando se cierra una puerta, se abre una ventana...