Vaya por delante, como comentario previo a la exposición de este “experimento”, que soy consciente de que
Championship Manager es un juego, por más que haya sido una parte importante de mi vida desde el día
nueve de febrero de 2004, fecha en la cual el que os escribe conoció otro mundo (virtual) dentro de éste.
Pero no por ser un juego es un entretenimiento lúdico sin más, sino que yo, particularmente, lo concibo como una fuente de cultura -cosa que ya dije en alguna que otra ocasión-, y pienso así porque en el fútbol también hay cultura. Claro está, esta frase hay que entenderla desde un punto de vista histórico (formación de clubes y el porqué de su denominación, referencias culturales de todo tipo en nombres de equipos y estadios...), y no desde la visión que se nos pueda transmitir desde el periodismo deportivo actual, el cual ya se asemeja más a la prensa rosa que al tratamiento de información deportiva en sí.
De igual modo, podemos encontrar en el juego relación entre aspectos propios de él y conceptos puramente filosóficos. Aunque aparentemente estas cosas tengan poco y nada que ver, lo cierto es que encontré hace bastante tiempo un curioso enlace entre las
Abilities -
Current y
Potential- y la filosofía de
Aristóteles, aquél considerado durante muchos siglos como el más sabio de los hombres.
[Para los que todavía no manejen con cierta soltura esos conceptos, es necesario decir que la Current (CA) es lo que indica la calidad actual de un futbolista y la Potential (PA) señala cuán bueno puede llegar a ser éste, cuánto puede llegar a progresar en una partida]

Aristóteles decía, para explicar el movimiento de los seres, que las sustancias se componían de
acto y
potencia. Todo ser es en acto porque existe y es real, esto es, está entre nosotros. Además, todo ser es en potencia porque puede llegar a ser distinto de como es actualmente. Definidos ambos, el movimiento es la transición de potencia a acto.
En CM esto se traduce fácilmente: todo futbolista es acto y potencia. Es acto (CA) porque existe y muestra ya un mayor o menor nivel, y es potencia (PA) porque muestra un margen de mejora, el cual es la diferencia entre PA y CA. El movimiento podría ser traducido aquí como “cambio”, siendo éste la transición de potencia a acto, es decir, la evolución que hace que un jugador deje de tener su nivel actual para adquirir el máximo nivel que se le presupone.
Dentro de la explicación del movimiento, el filósofo griego apuntaba que éste tenía cuatro causas:
1) Causa formal, que alude a lo que el ser es.
2) Causa material, la que hace referencia a aquello de lo cual está hecho el ser.
3) Causa eficiente o motriz, aquélla que provoca el cambio o movimiento.
4) Causa final, definible como aquello a lo que tiende ese ser o como el motivo de su existencia.
Basándonos en este esquema podemos explicar el cambio del futbolista de la siguiente manera: la causa formal puede ser su condición de jugador de fútbol o, incluso, hilando un poco más fino, la posición en que se desenvuelve, ya que éste va evolucionando conforme a su demarcación en el terreno de juego; la causa material es quizá la menos importante en esta explicación, pues al fin y al cabo todos los futbolistas son humanos y de carne y hueso -bueno, quizá
Artur Faranczuk no, pero ése es otro debate-, y en ese aspecto todos van cambiando del mismo modo; la causa eficiente bien podría ser el entrenamiento que reciben, pues es evidente que la progresión no se consigue sin un buen régimen físico; y la causa final es explotar el potencial para poder llegar a jugar mejor al fútbol y, quién sabe, medrar un poco en este deporte.
[En esta comparación he obviado, por si alguno lo echaba en falta, el concepto de “primer ser” de Aristóteles, aquello que es solamente acto puro y que provoca todo movimiento siendo motor inmóvil]
Lo que jamás se le habría ocurrido a Aristóteles, por mucho que planteara, imaginara y supiera, es que vendría un tipo 2300 años después hablando de que su teoría acerca del ser también se podría implementar en un juego de simulación deportiva. No sé si después de esta entrada me van a internar, pero como diría mi buen amigo
Ignacio Monzón Acosta, estoy “haciendo méritos”, la verdad...
Imagen: Clipart ETC.