Mucho se habló en su momento sobre la ausencia de la Major League Soccer americana en Championship Manager 2003/2004, y la razón de ésta es que no se pudo obtener la licencia correspondiente para incluirla en el juego -de haber estado, habría sido posible iniciar una partida en ella, puesto que en CM 01/02 sí se podía escoger-, por lo que los equipos de la MLS y sus jugadores no figuran en la base de datos. En su lugar, diez equipos ficticios fueron creados, y cada uno de ellos con cierto número de jugadores, ficticios todos ellos también -prometo hablar de ese tema un día, pues me parece harto interesante-.
No obstante, estaba claro que, con esta situación, más pronto que tarde aparecería algún update que incluyese la MLS en la base de datos. Efectivamente, no hubo que esperar mucho para encontrarlo, pues a finales de 2003 apareció. Podéis bajarlo desde aquí (ZIP, 38.1 MB).
Aparte de encontrar los equipos y jugadores de la MLS en 2003, el gran aliciente de esta base de datos era encontrar a Freddy Adu, de quien por aquel entonces se hablaba día sí, día también. Parecía que este muchacho iba a revolucionar el mundo del fútbol a una edad bien temprana, -decían de él que iba a ser el nuevo Pelé- y el autor del update no dudó en inflar sus números.
Si no deseáis descargarlo, podéis pasaros por este hilo del foro para crear a Adu en vuestra base de datos.
Current Ability: 120
Potential Ability: 189
Características principales
Si con 14 años ya es uno de los mejores futbolistas de toda la MLS, se podría decir que en CM el futuro es suyo. Y es que a este niño prodigio se le puede poner de titular perfectamente desde el primer momento y garantizaría goles y asistencias a paladas. Tanto de delantero centro como de mediapunta rinde a la perfección, puesto que su condición de ambidiestro -aunque maneja mejor la zurda que la diestra- y su inventiva y creatividad le permiten romper defensas rivales con suma facilidad y aparecer frente al portero para definir -y si puede zafarse del portero previamente, lo hará-.
Si sois de aquéllos a los que os gusta ver cataratas de goles y jugáis con la táctica Diablo, estáis de enhorabuena, pues el estadounidense es uno de esos futbolistas perfectos para ocupar la posición clave de ME C. Como muestra, esta imagen que tomé de una partida de prueba con el Liverpool que tiene ya cuatro años de antigüedad.
Si sois de aquéllos a los que os gusta ver cataratas de goles y jugáis con la táctica Diablo, estáis de enhorabuena, pues el estadounidense es uno de esos futbolistas perfectos para ocupar la posición clave de ME C. Como muestra, esta imagen que tomé de una partida de prueba con el Liverpool que tiene ya cuatro años de antigüedad.
Como dato curioso, he comprobado en las partidas en que ha aparecido Adu que, al contrario de lo que pasa con Álvaro, ningún equipo muestra interés desde el principio por su fichaje. Es más, no resulta tan extraño ver cómo se retira sin haberse movido del D.C. United. Pasó en mi partida con el Isla Cristina, en la que además quedó estancado en su progresión y nunca pudo explotar totalmente su potencial, aunque tenía registros más que aceptables en el equipo de Washington.
Precio
Ofreciéndole un contrato directamente al jugador, el precio del traspasó será casi siempre de unos 2.300.000 €.
En la vida real
Por más que el mundo entero se empeñara en hacer panegíricos acerca de las virtudes de Adu, las cosas no le vinieron tan de cara como se esperaba, pero cierto es que empezó a batir récords en su país, siendo el jugador más joven en debutar en la MLS (3 de abril de 2004) y en marcar un gol en ella (17 de abril de 2004).
En 2006, el D.C. United lo traspasó al Real Salt Lake -club fundado en 2004 y que juega en el Rio Tinto Stadium, nombre que algo tiene que ver con Huelva-, y en 2007 este último lo vende al Benfica.
A partir de ahí comienza su particular tour de cesiones a lo largo y ancho de la geografía europea, pues entre 2008 y 2011 Adu viste los colores del Mónaco, Os Belenenses, Aris de Salónica y Çaykur Rizespor -aunque se sabe que antes de recalar en el club turco estuvo probándose en el Ingolstadt de la segunda división alemana-, equipos en los que no gozó de continuidad suficiente como para demostrar que, aunque no sería nunca la megaestrella que decían que iba a ser, sí podía resultar un jugador muy decente y válido.
En 2006, el D.C. United lo traspasó al Real Salt Lake -club fundado en 2004 y que juega en el Rio Tinto Stadium, nombre que algo tiene que ver con Huelva-, y en 2007 este último lo vende al Benfica.
A partir de ahí comienza su particular tour de cesiones a lo largo y ancho de la geografía europea, pues entre 2008 y 2011 Adu viste los colores del Mónaco, Os Belenenses, Aris de Salónica y Çaykur Rizespor -aunque se sabe que antes de recalar en el club turco estuvo probándose en el Ingolstadt de la segunda división alemana-, equipos en los que no gozó de continuidad suficiente como para demostrar que, aunque no sería nunca la megaestrella que decían que iba a ser, sí podía resultar un jugador muy decente y válido.
Viendo el panorama en Europa, decidió regresar en agosto de este año a Estados Unidos para fichar por el Philadelphia Union, club creado en 2008. Allí comparte vestuario a día de hoy con dos caras conocidas del fútbol español: Faryd Mondragón (ex Zaragoza) y Veljko Paunović (trotamundos del fútbol español).
Adu es el claro ejemplo del mal que puede hacer en una joven promesa todo el bombo que le pueden dar los medios de comunicación y las principales firmas deportivas, que no dudaron en ofrecerle jugosos contratos de publicidad. El muchacho tiene tan sólo 22 años, lo que da cierto margen aún para ver si se centra y consigue que en el futuro se le recuerde por lo que hizo y no por lo que pudo haber sido y no fue.
Escribiendo estas líneas, no puedo evitar acordarme de Neymar. Miedo me da lo que se puede llegar a pagar por él y lo que ya está percibiendo, y no creo que toda la expectación que se ha creado en torno a su figura redunde positivamente en su futuro rendimiento en Europa. Ojalá me equivoque y hablemos de él como la nueva estrella consagrada del balompié mundial, pero no está de más recordar lo que le pasó a Adu en su momento.
Adu es el claro ejemplo del mal que puede hacer en una joven promesa todo el bombo que le pueden dar los medios de comunicación y las principales firmas deportivas, que no dudaron en ofrecerle jugosos contratos de publicidad. El muchacho tiene tan sólo 22 años, lo que da cierto margen aún para ver si se centra y consigue que en el futuro se le recuerde por lo que hizo y no por lo que pudo haber sido y no fue.
Escribiendo estas líneas, no puedo evitar acordarme de Neymar. Miedo me da lo que se puede llegar a pagar por él y lo que ya está percibiendo, y no creo que toda la expectación que se ha creado en torno a su figura redunde positivamente en su futuro rendimiento en Europa. Ojalá me equivoque y hablemos de él como la nueva estrella consagrada del balompié mundial, pero no está de más recordar lo que le pasó a Adu en su momento.